sábado, 19 de septiembre de 2009

Aquí y Ahora


Uno de los fundamentos de la Terapia Gestalt es ayudar a las personas a centrarse en el "aquí y ahora". Algo bastante difícil en nuestra sociedad, ya que ésta nos conduce a ser unos/as neuróticos/as, en el sentido de tener que estar siempre proyectandónos en el futuro, maquinando continuamente para ir consiguiendo todos esos deseos superfluos que nos van introduciendo, pensar en el mañana agobiados por la posibilidad de quedarnos en paro, no conseguir nuestros objetivos, etc, etc...
Esto nos lleva a un agobio constante que no nos deja disfrutar y vivir plenamente nuestro presente, que nos aleja de tomar un contacto verdadero con nuestra situación actual.
Pero, realmente, ¿qué es el "ahora"? Barrie Simmons lo identifica con el término alemán "dasein", que viene a ser "estar presente en", el término combina las palabras "ser" (sein) y "ahí" (da), significando "existencia". El término era utilizado por varios filósofos alemanes, entre ellos Heidegger, para indicar el modo de existir del propio ser humano.
El "ahora" es estar ahí, estar presente en uno/a mismo/a y en el contexto en el que se está.
Según Carl Whitaker, en cualquier situación terapéutica, ya sea grupal, individual o familiar, es importante e indispensable, que al menos una persona sea más o menos real. Y al menos al principio, el/la terapeuta va a tener que ser esa persona.
"Persona real" es una persona que actúa desde su Yo profundo, desde su impulso y momentos actuales, y desde el contacto con lo que se halla frente a ella y su alrededor. Real puede implicar ser uno/a mismo/a, por extravagante que uno/a pueda ser.
En el caso del psicoterapeuta, tiene que tener conciencia de sus propias reacciones emocionales (para conocerlas hay que sentirlas), percatarse de lo que está viviendo, a medida que lo vive. Tiene que tener la capacidad para percibir a la persona o personas que están con él/ella, la habilidad de "darse cuenta".
Ahora = Experiencia = Percartarse = Realidad

viernes, 18 de septiembre de 2009

Ser terapeuta


Actualmente estoy leyendo el libro de Claudio Naranjo "Gestalt de Vanguardia", es una compilación de entrevistas, sesiones terapéuticas y artículos de diversos autores gestálticos, pero cada uno/a con su eclepticismo ha ido transformando la terapia en algo más personal, adecuado a su forma de ser. Por ejemplo, Antonio Ferrara era actor, posteriormente ha estudiado terapia gestalt y ahora combina sus conocimientos con su forma de hacer terapia, a la vez que también introduce elementos del Análisis Transaccional.
Yo siempre he creído que no se debe ser un absolutista, ni defender una teoría única a capa y espada, ya que cada una de ellas nos puede aportar en un momento dado una herramienta útil para trabajar con cada persona.
De los artículos del libro, destaco el de Paco Peñarrubia "La supervisión del terapeuta gestáltico". Aparte de que el autor es uno de los pioneros en Terapia Gestalt en España, me gusta mucho su forma de entenderla. En su artículo señala que "ser terapeuta es tan difícil y arriesgado como ser persona. Y que hacer terapia es el resultado de un encuentro humano. Lo importante está en la relación, su importancia transformadora y curativa depende de la actitud del terapeuta."
"La supervisión no tiene como objetivo adiestrar y mejorar gestaltistas en serie sino, por el contrario afinar el estilo terapéutico personal la forma en que cada uno siente y transmite la terapia gestalt. En este afinamiento de lo peculiar hay que considerar tanto lo mejor del terapeuta como sus aspectos neuróticos, para reconvertirlos en útiles de trabajo".

jueves, 28 de mayo de 2009

Contra anuncio


Efectos de la Comunicación Social


EMPLAZAMIENTO DE PRODUCTOS


“La estrategia de emplazamiento o ubicación de productos es una estrategia publicitaria que consiste en colocar el producto, marca o mensaje en un espacio determinado que le permita conectar con los consumidores. Estas acciones de inclusión de los productos en programas televisivos ha aumentado desde los años 90 como respuesta de los anunciantes a la saturación de anuncios, lo que a su vez ha creado más saturación publicitaria. Encontramos en el terreno del marketing dos tipos de emplazamiento dentro de la producción audiovisual:

Emplazamiento pasivo: El producto forma parte del decorado, aunque no toma protagonismo en la acción, simplemente aparece dentro del plano.

Emplazamiento activo: El producto se presenta como parte de la acción de los personajes, quienes se refieren a él, o incluso lo manipulan.” (http://es.wikipedia.org/wiki/Emplazamiento_(publicidad)”

“En la televisión española es un fenómeno relativamente reciente. La primera serie en practicarlo fue "Farmacia de Guardia", con cierta timidez. Los productos sólo formaban parte del escenario, casi no existía una manipulación por parte de los actores.Pero fue "Médico de Familia” la serie que realmente lo puso en práctica”. (http://www.geocities.com/susanaestruga/emplaz.html). Es decir en “Médico de Familia ya manipulaban dichos productos, o sea ya suponía un emplazamiento activo del mismo.


Considero que el efecto de este tipo de publicidad variará dependiendo de si es un emplazamiento activo o pasivo. Por ejemplo, si un/a adolescente ve a su ídolo del cine bebiendo una determinada marca de cerveza, asociará el éxito y todas esas cualidades positivas que él ha atribuído a su ídolo con el consumo de ese producto, a esto se le conoce como Técnica Asociativa en publicidad. Por ello, creo que el público infantil y adolescente es un colectivo de mayor vulnerabilidad e influenciabilidad ante este tipo de mensajes publicitarios.
Según la Teoría del Aprendizaje de Bandura, hay varias formas de aprender, y una de ellas es el modelado. En este caso, el aprendizaje es fruto de la observación del comportamiento o la acción de otra persona, que sirve de modelo, y el refuerzo que subsigue a ese comportamiento (el refuerzo puede ser el éxito social, por ejemplo). Por lo que el uso de determinados productos por personas que pueden suponer un modelo a seguir para niños/as y/o adolescentes puede provocar una tendencia de imitación por parte de éstos/as.

Actualmente en nuestra sociedad vivimos bombardeados por miles de anuncios y existe una sobresaturación en la información recibida, pero nuestro cerebro tiene una serie de mecanismos selectivos de atención para captar aquella información relevante y desechar la no relevante. En el tema en cuestión creo que aunque seamos conscientes del emplazamiento de productos, simplemente puede que no le prestemos la atención necesaria porque nuestra atención no ha seleccionado como importante este estímulo, pero realmente si hemos percibido el mensaje. Esta selección de estímulos es voluntaria, y dependerá de nuestros gustos, aficiones, comportamientos, etc. Por ejemplo, si me encantan las motos, y en mi serie favorita el protagonista se monta en una, me fijaré en qué marca de moto es, su color, etc.
Los beneficios de este tipo de publicidad serán sobre todo de tipo económico tanto para las empresas propietarias del producto en cuestión como para la industria audiovisual que emite este tipo de publicidad, anunciar de esta forma los productos es más barato que a través de un anuncio. Pero de alguna forma es una publicidad oculta, que no escogemos, porque podemos escoger qué película vemos o qué serie vemos, podemos cambiar de canal cuando salen anuncios, pero no elegimos el que anuncien ese tipo de productos en la serie que nos gusta.

Origen de la comunicación social


Como sabemos, en nuestra sociedad, diversos agentes comunicadores están interesados en incidir en la conciencia social de la población, en este caso, tenemos a un grupo del tercer sector: organizaciones sociales, concretamente ANDA, que sólo se financia con dinero que aportan sus socios/as, realizando una campaña de sensibilización contra la peletería. Realmente para este grupo debió ser difícil acceder al espacio público, ya que aunque en teoría este espacio debería de ser de todos/as, en la práctica sólo acceden a éste los colectivos privados o públicos que tengan más poder económico. Al igual que los medios de comunicación, el espacio público es gestionado por los poderes públicos y privados para transmitir al ciudadano/a sus mensajes con el fin de mantener sus intereses.


La noticia me deja con un gran sentimiento de injusticia. Al parecer en el año 1998 realizaron la misma campaña, y no tuvieron problema alguno, pero de hecho consiguieron sus objetivos: bajaron las ventas de abrigos de piel, y aumentó el número de socios/as. Quizás cuando el sector de la peletería, que debe de disponer de muchos más recursos económicos ya que pertenece al segundo sector (empresas privadas que se gestionan por los propios/as empresarios/as y sus accionistas), comprobó que en efecto la anterior campaña tuvo cierto resultado, utilizó su poder para frenar este tipo de campaña. Para mí lo más fuerte de todo es el papel de la EMT y el Ayuntamiento, ya que considero que la Administración, cuando es propietaria de los medios o soportes publicitarios, los intereses que debería defender son el de todos/as los/as ciudadanos/as, y si una ONG tiene el suficiente dinero como para poder realizar este tipo de campañas, debería ser permitido como cualquier gran empresa privada cuando hace sus campañas. Claro que resulta que si los intereses de los más poderosos se ven amenazados, entonces ya las cosas cambian y los derechos son para algunos.


Para finalizar me quedo con las palabras de Qualter: “La fuerza del capitalismo está en su control sobre los medios de comunicación, que junto con el sistema educativo, le permiten establecer un asentimiento prácticamente universal de su legitimidad y en apoyo de sus instituciones”.

Límites legales y éticos de la comunición social



El ámbito legal que regula el fenómeno de la publicidad es muy difuso y en la mayoría de los casos su objetivo no es regular el derecho de los ciudadanos a vivir en un entorno libre de imágenes y mensajes contaminantes, sino que
responde a motivos diversos: estéticos, seguridad, urbanísticos, etc.

El desarrollo de una legislación que proteja a los ciudadanos está todavía muy lejos de ser una realidad ya que la contaminación visual, como hemos visto en las unidades anteriores, todavía no es un problema identificado cuyas consecuencias sean conscientes para los que lo sufren.

En realidad, tras un repaso sobre los aspectos legales relacionados con la
contaminación visual podemos darnos cuenta que está más regulado el
derecho de los anunciantes a difundir sus mensajes en todo tipo de formatos,
espacios y soportes, que el derecho de los ciudadanos a no recibirlos.
El principal marco ideológico en el que se basa el comunicador (ideológico o
económico) es la libertad de expresión y la libertad de información que asegura
el estado de derecho y el normal desarrollo de una sociedad democrática. De
esta forma queda garantizada la pluralidad de opiniones y opciones para que el
ciudadano libre pueda escoger.
Sin embargo, la realidad es muy distinta a este planteamiento. La mayor parte
de los mensajes públicos no garantizan una sociedad más democrática, ya que
éstos no pretenden beneficiar a la sociedad sino a su emisor. La sociedad
consigue un espectro visual y mental cada vez más saturado, y una unificación
ideológica:
“Cientos, miles, millones de ciudadanos van a comprar los mismos objetos,
vestirse del mismo modo, suspirar por el mismo automóvil, soñar con iguales
vacaciones, exhibir un mismo estilo, pero siempre recibiendo la impresión de
que cada uno de ellos está eligiendo libremente en el mercado (...). El
mimetismo se ha instalado en nuestro entorno, el cerebro parece responder a
una especie de sugestión general (...)”. Pérez Tornero (1992: 12)1.

Tipología de la comunicación social



La comunicación puede entenderse como un proceso
unidireccional o bidireccional, y este último sería el que podemos considerar
verdadera comunicación.
Otro de los criterios para distinguir modelos comunicativos es el número de
personas que participan, es decir individual o colectiva; o bien, si es directa o
mediada tecnológicamente, por ejemplo, cara a cara o a través de un teléfono.
Y otra posible clasificación, más crítica, está en función de si la comunicación
es libre y voluntaria o impuesta. En la mayor parte de los procesos
comunicativos, como es el caso de la información o el entretenimiento,
normalmente el acto comunicativo suele ser voluntario, es decir, el receptor
participa y recibe información de forma voluntaria.
Pero en otras ocasiones, como es el caso de la publicidad, el receptor es
destinatario obligado de cientos de mensajes no solicitados y que no se
desean. Este caso es aún más evidente cuando los mensajes publicitarios
están en el espacio público directo o mediado.
Comunicación social impuesta al ciudadano.
Otra posible clasificación de la comunicación social podríamos realizarla en
función del impacto que el mensaje produce en el espacio público, bien por su
grado de agresividad, bien por su tamaño o por la tecnología utilizada, el
mensaje puede considerarse una invasión muy perjudicial para el ambiente.